Junto con las formas de discriminación basadas en el género, la clase social, la discapacidad y otras características, el racismo puede tener un impacto significativo en la forma en que se percibe y se trata a los inmigrantes. Por racismo puede entenderse cualquier teoría, doctrina, ideología o conjunto de ideas que creen vínculos entre las características genéticas o físicas de individuos o grupos con sus rasgos intelectuales, culturales y de personalidad, incluido el falso concepto de superioridad racial.

Los términos pigmentocracia y colorismo se han utilizado en contextos específicos para describir la creación de jerarquías raciales, segregación y desequilibrios de poder basados en el color de la piel (y otras características físicas). El objetivo es legitimar la falsa noción de una superioridad de las personas de piel más clara sobre las de piel oscura (CEPAL, 2019). Si bien estos conceptos ponen el foco en el color de la piel como determinante clave de la discriminación, estos fenómenos son expresiones de racismo.

El racismo no solo se refiere a la discriminación basada en el tono de la piel, sino que también puede basarse en una serie de otras características físicas, como el color del cabello, los ojos, los rasgos faciales y el tipo de cuerpo. La discriminación basada en la raza también se cruza con otros factores, como el género, la clase, el idioma y la discapacidad, de múltiples maneras.

Un estudio de 2017 sobre la homofobia, el racismo y las experiencias de lesbianas, gays y bisexuales (LGB) en Santa Lucía pone de relieve la existencia de jerarquías basadas en el color de la piel. Debido a la compleja historia colonial del país, caracterizada por el control tanto francés como británico, se cree que la homosexualidad pertenece exclusivamente a las culturas blancas y occidentales. En consecuencia, hay más tolerancia social hacia las personas LGB de piel más clara que hacia sus homólogos de piel más oscura. La homosexualidad se describe a veces como una "enfermedad blanca". A las personas LGB de piel oscura se les acusa de renunciar a su identidad racial como afrocaribeños y sufren con más frecuencia la homofobia.

Los factores sociales y económicos, la ubicación geográfica (rural o urbana), el color de la piel y el género se entrecruzan en la experiencia de discriminación de las mujeres afrodescendientes en las Américas. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las mujeres afrodescendientes tienen que enfrentarse a la discriminación basada en todos estos factores y, en algunos casos en los que las mujeres han superado la exclusión social y económica, siguen enfrentándose a la discriminación en numerosos niveles, incluidos los basados en el color de su piel y su género.

La intersección de la migración y el racismo puede tener repercusiones tangibles, incluso en la inclusión financiera de una persona. Según un artículo del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP), en México existe una correlación entre el color de la piel y las posibilidades de conseguir un empleo o acceder a un crédito. Del mismo modo, un estudio realizado en cinco países latinoamericanos determinó que la forma en que las personas son tratadas en contextos laborales y educativos está más relacionada con su piel que con su identidad étnica.

Otro ejemplo de ello es Estados Unidos, donde los inmigrantes de piel más oscura suelen ganar hasta un 25% menos que los de piel más clara, según un estudio longitudinal realizado por Joni Hersch en American Behavioral Scientist. Este estudio descubrió que los inmigrantes con residencia legal permanente y piel más oscura ganaban inicialmente un 17 por ciento menos que un grupo similar de piel más clara en su primer año. Cuatro años después, esta diferencia había aumentado hasta el 25% entre los dos grupos. Este hallazgo se ve respaldado por otro estudio publicado en American Sociological Review en 2010, según el cual los inmigrantes latinos de piel oscura sufren una discriminación racial que afecta a sus ingresos anuales.

El racismo no sólo afecta a los inmigrantes, sino que socava la paz y la armonía de que disfrutamos todos. La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial de la ONU reafirma que "la discriminación entre seres humanos por motivos de raza, color u origen étnico constituye un obstáculo a las relaciones amistosas y pacíficas entre las naciones y puede perturbar la paz y la seguridad entre los pueblos, así como la armonía de las personas que conviven, incluso dentro de un mismo Estado".

Además de reconocer el impacto del racismo, es importante adoptar un enfoque global y holístico a la hora de identificar, prevenir y responder a las formas de discriminación racial y xenofobia en un contexto determinado, garantizando que también se tengan en cuenta otras características personales como el idioma, las discapacidades, el género, la religión y otros factores.

SDG 5 - IGUALDAD DE GÉNERO
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES