La inclusión y cohesión social son factores que trabajan juntos cuando se trata de la sana integración de las personas migrantes en las comunidades de acogida, e implica la adaptación mutua de los migrantes y de la sociedad receptora. La inclusión social se refiere al proceso de mejorar la capacidad, oportunidad y dignidad de personas en condiciones desfavorables en función de su identidad, para participar en  la sociedad. La cohesión social, si bien no cuenta con una definición universal, tiene que ver con el sentido de pertenencia a una comunidad, y con la solidaridad y tolerancia entre sus miembros. Ambos procesos son promovidos tanto en el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, como en el Pacto Mundial sobre los Refugiados.

De acuerdo con el recientemente lanzado Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2020, la globalización y aumento de flujos migratorios ha significado nuevos retos para mantener la cohesión social entre grupos cada vez más diversos a nivel social, cultural, étnico y religioso, además de su condición socioeconómica y razones para migrar.

Uno de los mayores desafíos es luchar contra la imagen negativa que se presenta de las personas migrantes en algunos medios de comunicación y otras instancias. Este tipo de manifestaciones fomenta la intolerancia, discriminación, racismo y xenofobia hacia quienes buscan nuevas oportunidades fuera de su país de origen. Como resultado de dicho rechazo se pueden correlacionar efectos negativos en la salud física y mental de las personas migrantes, y perjudicar el aporte laboral y cultural de estas, afectando los potenciales beneficios para las comunidades de acogida.

Para alentar la cohesión social, indica el informe, es necesario y útil que los Estados trabajen en acciones y políticas de inclusión social. El enfoque que cada país haga para disminuir las brechas de exclusión puede variar, pero su incorporación ayudará a enfrentar la discriminación y marginación (a nivel de inclusión) y a disminuir los riesgos de tensiones, desórdenes y disturbios (a nivel de cohesión).

 

Características de las políticas por la cohesión social

El Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2020 brinda tres ideas principales respecto a políticas que pueden facilitar la inclusión y cohesión de las personas migrantes:

  1. Las políticas para trabajar ambos procesos de integración serán más efectivas si no se realizan de manera aislada. Por el contrario, deben trabajarse en múltiples esferas de la sociedad para asegurar la no marginalización de las personas migrantes y disminuir las posibilidades de tensiones sociales entre grupos con diversas características.
  2. Las políticas deberían ser generadas de manera incluyente. Esto quiere decir que se deben tomar en cuenta que las condiciones solicitadas a las personas migrantes para acceder ciertas iniciativas (como la participación política, la naturalización, o la reunificación familiar), sean razonables y acojan antes que alejen a quienes quiera optar por ellas.
  3. Las políticas nacionales deberían tomar en cuenta el conocimiento de instancias locales y de personas migrantes, en aras de optimizar las oportunidades de inclusión; es decir, hacer uso del conocimiento que transcurre a nivel local y desde la misma visión de las personas migrantes y llevarlo a instancias superiores.

La inclusión social se vive de manera personal y variada en cada individuo, e implica necesidades particulares para ciertos tipos de migrantes, como los trabajadores poco cualificados, las víctimas de trata o las diásporas, por mencionar algunas. Sin embargo, existen esfuerzos superiores que se pueden desarrollar para facilitar la acogida de las personas migrantes y la cohesión en sus comunidades de destino, como el acceso a servicios lingüísticamente inclusivos, el acceso a educación sin trabas por trámites administrativos, y la armonización en el reconocimiento de títulos para acceder a trabajos que no sean inferiores al de la propia formación.