Historia
By:
  • IOM Trinidad y Tobago

"Gracias a Dios tengo mucho espíritu porque hay que ser fuerte, y hay que saber lidiar con el trauma, porque al trabajar con él, debes reconocer tu propio trauma. Este es el primer paso," afirma Livia Rincón. Esta psicóloga clínica de 61 años ha trabajado con sobrevivientes de la trata, desde niños y niñas hasta ancianos. Ni una sola vez se ha planteado dejarlo atrás.

Foto: IOM Trinidad y Tobago

Livia se mudó de su país de nacimiento, Venezuela, a Trinidad y Tobago hace nueve años. Admite que, al principio, el cambio no fue fácil. Después de trabajar 12 horas al día en los ajetreados hospitales venezolanos, el ritmo de vida más lento de San Fernando, la ciudad más poblada de Trinidad y Tobago, le hizo cuestionarse su propósito. 

Pero cuando más migrantes venezolanos llegaron a Trinidad y Tobago, la carga de trabajo de Livia empezó a aumentar. "Cuando escuchas historias de niños y niñas de 12 o 13 años que fueron explotadas o víctimas de la trata, debes ser resiliente. Si dices y sientes que quieres salvar a todo el mundo, pierdes la cabeza". 

Livia es una de las psicólogas especializadas contratadas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a través de la organización no gubernamental local Familias en Acción. Ella proporciona apoyo psicosocial y de salud mental a menores víctimas de la trata, y facilita sesiones de formación para capacitar a psicólogos, asesores y trabajadores sociales. Con su trabajo, Livia contribuye a fortalecer los sistemas de apoyo para sobrevivientes de la trata de seres humanos en Trinidad y Tobago, mientras que empodera a las personas para que sanen sus traumas y hagan realidad sus sueños. 

"Al fin y al cabo, la experiencia de una persona migrante es vulnerable y traumática de una manera única", afirma la psicóloga. El motivo de abandonar el hogar, el viaje al Caribe y la adaptación a una nueva lengua y cultura son todos, traumáticos”, asegura Livia. Ella aún recuerda a la primera sobreviviente de la trata con la que trabajó en Trinidad y Tobago: una niña de 12 años. Esa experiencia la marcaría por el resto de su carrera. 

Foto: IOM Trinidad y Tobago

"Cuando estaba en Venezuela, nunca imaginé que trabajaría con víctimas de la trata de personas y de este tipo de abusos. En aquel momento, estábamos trabajando para tener el primer espacio seguro en el sur de Trinidad. Empezamos con 10 niños y niñas, y pronto tuvimos 100. Decidimos que teníamos que hacer algo. No eran solo niños y niñas, también mujeres, y todas ellas vulnerables y traumatizadas. Recibí familias que renunciaban a sus hijos de por vida o mujeres que eran forzadas a mantener relaciones sexuales para sobrevivir. El coste es alto", lamentó.

Livia también dice que, debido a circunstancias económicas adversas, muchas personas migrantes y sus familias tienen varios trabajos. Como resultado, sus niños y niñas pueden quedarse en casa muchas horas sin supervisión, por lo que se convierten en blanco fácil de la trata y los abusos. Además, las personas trabajadoras migrantes pueden sufrir de agotamiento o burnout.   

Sin embargo, aunque la labor de los psicólogos es importante, Livia dijo que también es esencial que todas las personas pongan de su parte. La sensibilización y la educación de la población son necesarias para lograr un cambio más impactante.

Livia cree que "cuando los hombres van al bar y quieren acostarse con chicas jóvenes, no preguntan qué edad tienen. ¿Cómo podemos cambiar este ciclo? Sólo estamos hablando sobre las niñas. Nadie habla sobre los hombres y los niños. Es difícil para un niño decir que ha sido víctima de la trata. Por supuesto, tenemos que trabajar con los sobrevivientes de la trata, pero también tenemos que hacer algo con la población normal", afirmó. 

Foto: IOM Trinidad y Tobago

Una parte importante de su propósito, dijo la psicóloga clínica, es hacer comprender a la gente que el trauma no sólo significa que ha ocurrido algo terrible. En muchos casos, dijo, puede que no nos demos cuenta de que nosotros también estamos traumatizados. "Como sociedad, tenemos que hablar más de los traumas para eliminar el estigma", concluye Livia.

SDG 5 - IGUALDAD DE GÉNERO
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES