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  • Maxine Alleyne & Hélène Glenisson | IOM Caribbean

Nos acercamos a la Conferencia Anual de las Partes COP28 (que tendrá lugar del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023 en los Emiratos Árabes Unidos), espacio en el cual la sociedad civil ha venido desempeñando un papel cada vez más importante en los debates sobre migración medioambiental. A nivel mundial, observamos una creciente defensa de la acción climática por parte de la sociedad civil y los movimientos juveniles, a medida que los impactos del cambio climático se hacen más frecuentes y prominentes en todo el mundo, especialmente en los países del Caribe.

Los efectos del cambio climático en esta región se han manifestado de varias maneras, entre ellas el desplazamiento forzado de comunidades enteras. En este contexto, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) son un importante mecanismo para hacer oír y amplificar las voces de comunidades marginadas y vulnerables, dando representación a poblaciones tradicionalmente marginadas y garantizando que nadie se quede atrás.

Pero la sociedad civil también puede ser un actor crucial cuando se trata de la inmovilidad climática, la otra cara de la misma moneda. La inmovilidad climática, un área de creciente interés, puede ser involuntaria cuando las personas que aspiran a irse carecen de la capacidad para hacerlo, o voluntaria cuando deciden quedarse a pesar de los riesgos. Las personas y comunidades involuntariamente inmóviles, también conocidas como "poblaciones atrapadas", se encuentran a menudo entre las más vulnerables, al no poder espapar de los impactos de eventos climáticos adversos y en muchos casos no contar con los recursos necesarios para crear resiliencia, ya que se enfrentan a situaciones de pobreza, inseguridad alimentaria, problemas sanitarios, entre otros. Las desigualdades relacionadas con el género, la edad y la discapacidad, también influyen en la capacidad de desplazarse o no ante los riesgos. Algunos ejemplos de esto se documentaron recientemente durante la erupción del volcán La Soufriere, en San Vicente y las Granadinas en 2021. En un caso, un anciano fue abandonado por su familia durante la evacuación de la Zona Roja.

Las Organizaciones de la Sociedad Civil son actores esenciales para evitar, minimizar y abordar la inmovilidad humana impulsada por los impactos adversos del cambio climático, ya que están más cerca de las poblaciones en el terreno y mejor posicionadas para conocer sus necesidades.

  • Las OSC brindan representación a grupos vulnerables de la sociedad, incluyendo jóvenes, personas mayores, con discapacidades, migrantes, pueblos indígenas, entre otros.
  • Crean redes de conocimiento entre individuos que abogan por causas específicas, y son clave para movilizar contrapartes nacionales y comunidades regionales.
  • Las OSC fuertes pueden ayudar a garantizar la rendición de cuentas y transparencia en políticas y programas, incluidas las respuestas humanitarias a las poblaciones atrapadas.
  • Debido a su sólida base comunitaria y conocimiento de los contextos locales, motivaciones, costumbres y sistemas, la sociedad civil puede ser fundamental para informar a personas y comunidades voluntariamente inmóviles, compartiendo información relevante sobre los riesgos y brindando garantías que contrarresten la reticencia a moverse.
  • Las OSC, si participan en el proceso de comunicación con las comunidades, diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de proyectos, programas y políticas, pueden contribuir a reducir las inseguridades humanas que afectan a las personas desplazadas. Su representación puede garantizar que las poblaciones damnificadas logren soluciones duraderas de manera que les permitan vivir sin temor y con dignidad.

El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (PMM) establece un enfoque pansocial que "promueve una amplia colaboración entre múltiples interesados para abordar la migración en todas sus dimensiones mediante la inclusión de los migrantes, las diásporas, las comunidades locales, la sociedad civil, los círculos académicos, el sector privado, los parlamentarios, los sindicatos, las instituciones nacionales de derechos humanos, los medios de comunicación y otros interesados en la gobernanza migratoria." (PMM, 2018: párrafo 15).

La inmovilidad climática es una realidad en el Caribe y puede exponer a individuos y comunidades a riesgos extremos, que en ocasiones terminan en desastres. La OIM está firmemente comprometida en empoderar a las OSC para que sean socios nacionales y regionales fuertes a la hora de evitar, prevenir y abordar la inmovilidad climática mediante la mejora de su acceso a la información y los recursos, lo que resulta en contribuciones más sólidas a los procesos de gobernanza y desarrollo.

Con el apoyo de socios como el gobierno francés, la OIM ha invertido en fortalecer redes regionales y globales de OSC y en apoyar el desarrollo de capacidades sobre movilidad humana e inmovilidad frente a los impactos adversos del cambio climático. Una serie de seminarios web organizados por la organización a principios de este año brindó una oportunidad significativa para compartir conocimientos con y entre las OSC de todo el Caribe, formando así una red sólida para la acción y la defensa.

En la OIM, consideramos que se puede lograr más para las personas y las comunidades si se trabaja de manera colaborativa para alcanzar objetivos comunes, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La participación de OSC mejor informadas y conectadas entre si, mejorará la concientización, ayudará a reducir las desigualdades, fomentará la resiliencia y responderá a las necesidades de las personas más vulnerables, quienes a menudo carecen de voz y se sienten impotentes para hacer demandas o efectuar cambios.