OIM Colombia 2024/Daniela Miranda

Bogotá (Colombia) - Tatiana Celis habla pausadamente y con firmeza. Siempre que lo hace, sonríe evocando con alegría todos sus recuerdos. Nacida en Boyacá (Colombia) desde muy pequeña soñaba con que a sus 25 años tendría toda su vida realizada: una casa, una familia, una carrera.  

 

Aún la acompaña la misma euforia y espontaneidad de la niñez, una energía que permanece casi inmutable en su interior y una firme esperanza en alcanzar esos sueños.  

 

Paso a paso, Tatiana cuenta cómo fue construyendo su vida académica: “Siempre he sentido el llamado a trabajar con la gente, ayudarlos de alguna manera. Mi carrera profesional fue ese medio que me permitió interactuar con las personas, conocer sus problemáticas (…) Desde la docencia lo que he anhelado es aportarle a mi país. Mis sueños son estudiar mucho por el mundo y volver a mi país para ayudar a la gente”, manifiesta.  

 

Una vez que recibió su título como licenciada en Psicopedagogía en Tunja, su ciudad natal, quiso emprender un viaje a México para obtener su postgrado: “Estaba en mí el anhelo de seguir estudiando, de seguir preparándome precisamente para acceder a mejores oportunidades laborales”.  

 

Con esa meta en mente, obtuvo una beca y el 6 de febrero de 2023, emprendió su viaje a Acapulco la ciudad donde realizaría su Maestría en Estudios de Violencias y Gestión de Conflictos en la Universidad Autónoma de Guerrero.  

“Adaptarme al cambio de país fue difícil al principio, porque no solo es el hecho de que sea una cultura diferente, sino que también fue pasar de tierra fría a tierra caliente. La comida es totalmente diferente, y pues siempre uno extraña su terruño, su familia, estar con las personas que te apoyan. Fue un proceso duro al comienzo, pero con el tiempo uno se va adaptando”, cuenta Tatiana.

Meses después de iniciar su maestría, ya tenía una nueva vida en México. Sin embargo, en octubre del mismo año, el paso del huracán Otis por el estado de Guerrero arrasó con la ciudad de Acapulco, y dejó decenas de damnificados e innumerables daños. 

 

“El huracán fue de categoría cinco y tuve que enfrentarme con esta catástrofe. Debido a ello no había las condiciones para poder permanecer poque escaseaba el alimento, no había agua, no había servicios públicos, se presentaron brotes de inseguridad…”. 

“En esa situación, mi anhelo era celebrar la vida que afortunadamente sigues teniendo, celebrar tu familia, poder volver al hogar”, recuerda Tatiana.

En ese contexto, ella, junto con un par de compañeros de maestría quienes también son colombianos, buscaron ayuda a través del consulado de Colombia en México para poder regresar a su país de origen. A través de esta oficina, y con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM/ONU Migración), se les ofreció asistencia mediante el programa regional de Retorno Voluntario Asistido (RVA).  

 

Posteriormente, la OIM realizó el acompañamiento a Tatiana en sus diferentes traslados, incluyendo su viaje desde Acapulco a Ciudad de México, gestión de alojamiento y alimentación, transporte humanitario local y vuelo internacional hacia Colombia. Adicionalmente, se hizo entrega de una asistencia para aliviar los gastos adicionales de lo que pudiera necesitar durante su trayecto a casa. 

“Vivir esta experiencia de retorno es algo que en el momento se vive muy fuerte, no es fácil asumirlo (…) pero en este punto he sentido que me ha ayudado mucho a crecer como persona, me ha permitido asumir nuevos retos, ver que soy capaz de asumirlos y ver las oportunidades en medio de todo”

Para Tatiana, regresar a Colombia con el programa RVA de OIM fue una decisión necesaria para poder retomar sus sueños en un futuro próximo. “Retornar para mí es volver al hogar, reiniciar lo que habías dejado pendiente. Pero también cuando retornas te das cuenta de que ya no eres igual, por eso retornar es aprender nuevas cosas”. 

 

Para conocer más sobre el programa regional de RVA puedes dar clic en el siguiente vínculo para ampliar la información.