Los factores medioambientales son considerados un determinante importante de los flujos migratorios mundiales, puesto que las personas tienden a migrar o desplazarse para sobrevivir a desastres naturales y para adaptarse a cambios en su entorno. Se espera que la magnitud de estos movimientos, tanto internos como internacionales, aumente debido al cambio climático, la mayor incidencia de desastres naturales y la deterioración medioambiental.

La relación entre migración, medio ambiente y cambio climático es compleja y multidireccional: los flujos migratorios pueden a su vez tener efectos negativos y positivos en la capacidad de asimilación y el medio ambiente de las zonas tanto de origen como de destino. Además, los condicionantes ambientales raramente actúan como único factor determinante de la migración. Al contrario, especialmente en procesos de degradación lenta del entorno, los factores ambientales se conjugan con procesos económicos, sociales, políticos, tanto a nivel del conjunto de la comunidad como de la familia y del individuo, para explicar la decisión de migrar o quedarse en un lugar determinado.

Según la OIM, “los migrantes por motivos ambientales son personas o grupos de personas que, principalmente en razón de un cambio repentino o progresivo en el medio ambiente, que incide adversamente en sus vidas o en las condiciones de vida, se ven obligados a abandonar el lugar habitual de residencia, u optan por hacerlo, ya sea temporalmente o con carácter permanente, y que se desplazan dentro del país o al extranjero” (OIM, 2014. Migración, Medio Ambiente y Cambio Climático: Datos Empíricos para la Formulación de Políticas – Glosario)

Las migraciones y desplazamientos son considerados tradicionalmente solo como una consecuencia negativa de la falta de adaptación de las comunidades a los desastres y los procesos de cambio climático. Sin embargo, es también necesario subrayar que la migración representa a menudo una estrategia fundamental de adaptación o de supervivencia de las familias a los procesos de degradación del entorno. En este marco, es importante considerar los fenómenos migratorios en la óptica de los procesos de adaptación al cambio climático.

Los objetivos principales de la OIM en lo que respeta a la relación entre migración, medio ambiente y cambio climático son:

  • Prevenir, en la medida de lo posible, la migración forzosa propiciada por factores ambientales;
  • Prestar asistencia y protección a las poblaciones afectadas cuando se produzca una migración forzosa y encontrar soluciones duraderas a su situación;
  • Facilitar la migración como estrategia de adaptación al cambio climático.

La OIM ha desarrollado un amplio ámbito de trabajo sobre la relación entre migración, medio ambiente y cambio climático que incluye en particular actividades de investigación, desarrollo de políticas, cooperación con entidades activas en el tema e implementación de programas. La OIM ha establecido mecanismos de colaboración con instituciones como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la Plataforma sobre Desplazamiento por Desastres, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación así como un gran número de organismos internacionales, nacionales y de la sociedad civil.