Según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES), la población mundial presenta actualmente cuatro tendencias que tienen directas implicaciones en el desarrollo sostenible: el crecimiento poblacional, el envejecimiento de la población, el urbanismo, y la migración internacional. Mientras las tres primeras tendencias son asuntos de manejo local o nacional, la gestión integral de la migración requiere la cooperación entre los países de origen, tránsito y destino.

Un espacio clave para la consolidación de iniciativas regionales en materia migratoria es el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). La Secretaría del SICA ha sido exitosa en múltiples proyectos, entre otras cosas, por los ejes y lineamientos que dirigen su trabajo desde una óptica de derechos humanos (en contraposición a quienes ven la migración solo como un tema de seguridad), e involucrando a la persona migrante como un sujeto de desarrollo (en vez de solo como víctimas o beneficiarios). SICA procura además la transversalización de la migración en otras temáticas necesarias para el desarrollo de las comunidades, como la salud, la educación y la economía.

A finales de 2018, la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y la OIM firmaron un acuerdo de cooperación para establecer las pautas generales del diseño y la ejecución de un estudio regional sobre las causas y consecuencias de la migración; el mismo documento brindará además elementos claves y recomendaciones para el Plan de Acción para la Atención Integral de la Migración en la Región (PAIM-CA). El estudio se realizó bajo los 12 lineamientos generales aprobados por el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores del SICA, en junio de 2018.

De los 12 lineamientos aprobados por el SICA, a continuación destacamos cinco que necesariamente se deben abordar desde la cooperación multilateral para que el trabajo para mejorar las condiciones de las personas migrantes sea efectivo:

Gobernanza migratoria integral: Este eje tiene un fuerte carácter práctico, pues pasa por la estandarización de los trámites y procesos migratorios, y el fortalecimiento de la gestión de fronteras. Además de esto se incentiva la implementación de estrategias de intercambio de información para la generación regional de datos que permitan un tratamiento internacional del fenómeno migratorio.

¿Por qué es integral este eje? Porque encierra también un componente social, al incluir el fortalecimiento de las relacionales vecinales en las comunidades transfronterizas, y apostar por el respeto a los derechos humanos cuando haya casos de deportación o detención.

Migración laboral: A través de la implementación de acuerdos regionales y bilaterales es posible promover la migración circular y ordenada de los flujos migratorios laborales. La cooperación internacional en este rubro también favorece la generación de mecanismos que fortalezcan la protección de los derechos laborales de las personas migrantes.

Integración social: Las acciones entre Estados permiten una mayor integración no solo de la persona migrante y su familia en los países de destino, pero también el de las personas que retornan. Promover a nivel regional acciones que reconozcan los aportes positivos de las personas migrantes ayuda disminuir prejuicios y prácticas xenofóbicas hacia estas personas. Finalmente promocionar la migración regular como una opción viable y accesible, desalentando la irregular, facilita la integración social en el trabajo, salud y otras esferas.

Trata de personas y tráfico ilícito de migrantes: Este eje tiene varias posibilidades de trabajo. Por un lado, es importante combatir dicho delito en coordinación con las instancias regionales pertinentes, pero también es necesario fortalecer el sistema de información y estadística para una comprensión más profunda de cómo funciona el tráfico ilícito de migrantes y trata de personas, sus espacios de acción y principales víctimas, entre otros. La SICA apunta además a promover la consolidación de la labor de la Coalición Regional contra estos crímenes.

Manejo integral de crisis migratorias: Independientemente de la condición migratoria de una persona, es necesario brindar asistencia humanitaria cuando alguien lo necesite. Esto incluye comida, agua, saneamiento, alojamiento, atención en salud y seguridad, y apoyo psicosocial. El fortalecimiento de mecanismos que permitan la protección temporal o permanente de las personas migrante, sobre todo de las más vulnerables, es un trabajo que para ser efectivo requiere de la cooperación internacional.  En lo práctico esto significa, entre otros, la expedición de permisos migratorios humanitarios. Además de esto es necesario que los Estados cuenten con planes de contingencia para la atención de crisis migratorias, fortalezcan a las instituciones pertinentes (incluyendo consulados), y desarrollen sistemas nacionales y regionales de información: La coordinación interinstitucional es clave para la diligencia en las crisis migratorias.  

Desde la inclusión de la migración en 2015 en la Agenda para el Desarrollo, se hace más evidente que los cambios demográficos y crisis hacen de la migración un tema global, y como tal debe ser abordada transversalmente (con ejes sociales y económicos) e internacionalmente (con el trabajo interestatal e intrarregional). En palabras de Irune Aguirrezabal de la oficina regional de OIM en Bruselas: "La migración es inevitable en vista de las fuerzas motrices de un mundo interconectado; es necesaria, si las habilidades están disponibles, los trabajos están para ser tomados y las economías están para florecer; y deseable por las contribuciones que hacen los migrantes tanto a los países de origen como a los de destino". La cooperación internacional es la que hace posible que eso ocurre de manera segura, ordenada y digna.