Durante los últimos dos años, la discusión sobre flujos migratorios ha estado muy presente. Sin embargo, los flujos migratorios que provienen de otros continentes, así como del Caribe y Sudamérica, y  que recorren Mesoamérica no son nuevos. Aun así, es claro que estos han aumentado notablemente y los países centroamericanos han hecho un gran esfuerzo por atender y adaptarse a esta realidad.

La gobernanza de  flujos migratorios implica proveer asistencia directa a los migrantes y favorecer su protección; prevenir y combatir el tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas; y promover el desarrollo de modelos de gobernanza migratoria que se adapten a las necesidades y realidades actuales para la adecuada atención de personas migrantes.

¿Cuáles son los retos?

  • Naturaleza mixta de los migrantes irregulares: viajan hombres adultos, mujeres, niños y niñas (acompañados y no acompañados), y personas de más de 20 nacionalidades. Entre ellos pueden haber víctimas de trata, personas en búsqueda de asilo, apátridas y refugiados.
  • Dificultades de comunicación: no suelen hablar español, y difícilmente cuentan con traductores, carecen de redes de apoyo y de representaciones diplomáticas.
  • Falta de información clara y precisa de la identidad y las dinámicas de estos migrantes irregulares.
  • Falta de planes para atender las necesidades básicas y para proporcionar soluciones duraderas
  • Territorios muy extensos: el trayecto que recorren es muy amplio y de difícil acceso, lo cual limita la asistencia que se les pueda proveer.
  • Limitaciones para regularizar su situación migratoria.
  • Debilidades en el manejo de fronteras.
  • Falta de coordinación entre los países para proveer de asistencia y protección a los migrantes.

La OIM elaboro el “Plan para fortalecer la gobernanza de los flujos de personas migrantes extrarregionales en Mesoamérica” que busca dar respuesta a estos retos, proporcionando, prioritariamente, respuestas de protección y asistencia a las personas migrantes que así lo requieran. Lo anterior con el fin de salvaguardar su vida, integridad y dignidad, así como favorecer su migración regular, prevenir y combatir el tráfico ilícito y la trata de personas y prevenir los riesgos que  implica la migración irregular en la región.

5 propuestas que surgen de este plan son:

  1. Desarrollar planes de atención de emergencia dirigidos a la cobertura de las necesidades básicas de los migrantes.
  2. Crear un sistema de información para el registro y detección de las necesidades de protección y asistencia de migrantes que a su vez permita el desarrollo de políticas públicas.
  3. Asesorar legalmente y suministrar información a los migrantes sobre todas sus opciones migratorias para que puedan tomar decisiones informadas.
  4. Fortalecer la generación y desarrollo de alternativas migratorias distintas a la detención.
  5. Generación de soluciones duraderas que permitan que estas personas regularicen su situación migratoria y puedan insertarse en el mercado laboral en los países de tránsito y/o destino.

La OIM, en su calidad de principal organización internacional para las migraciones, continuará trabajando con sus asociados de la comunidad internacional para poder encarar los desafíos que conlleva gestionar estos flujos migratorios, desde el principio de que las migraciones, en forma ordenada y en condiciones humanas, benefician a las personas migrantes y a las sociedades.